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Fidel Castro : una realidad más oscura tras el mito

Fidel Castro ha muerto el 25 de Noviembre de 2016 con 90 años de edad.
En 1959, Fidel Castro y sus camaradas derrocaban por medio de la lucha armada al régimen de Batista, régimen sostenido por los Estados Unidos. El nuevo régimen que se instaló entonces bajo la dirección de Fidel Castro, se apoyó en las aspiraciones y la lucha de las masas cubanas contra el imperialismo americano. Su voluntad de independencia y de autonomía era inaceptable para Estados Unidos, y en consecuencia, decretaron un bloqueo sobre Cuba e intentaron derrocar al nuevo régimen por todos los medios posibles. Bajo la dirección de Castro, Cuba ayudó a los movimientos de liberación de los pueblos en África (Guinea-Bissau, Congo, Sudáfrica) y en América Latina, ayudándoles de manera determinante para liberarse de sus colonizadores. Es igualmente el único país de la región que asegura servicios sociales mínimos a su población, garantiza sanidad y educación, mostrando así que un pueblo puede contar con sus propias fuerzas. Todo esto es innegable y es lo que convierte a Castro en un símbolo anti-imperialista para muchos progresistas.

 

Pero también fue Castro quien puso voluntariamente el país bajo dependencia de la URSS, en la época en la que existía, y aceptó el desarrollo del mono-cultivo de la caña de azúcar para la exportación, en detrimento del resto de la industria. En efecto, la URSS evolucionó para convertirse en una potencia imperialista, imponiendo como las demás una división del trabajo a los países dominados por ella. Una vez la Unión Soviética desapareció, Cuba sufrió el mismo tipo de crisis económica que los países de África víctimas de FMI.

 

De la misma manera, Cuba envió apoyo militar a regímenes verdaderamente fascistas, como el de Mengistu en Etiopía, o incluso al estado Peruano cuando combatía a la guerra popular dirigida por el Partido Comunista de Perú, todo esto dentro de la lógica de las ambiciones Soviéticas. Esto era propiamente contra-revolucionario.

 

Cuba ha representado para muchos del P”C”F o de la CGT, una especie de ejemplo de “logros” del bloque soviético fácilmente asumibles en su cuadro tropical, no como los regímenes capitalistas burocráticos de Europa del Este. Sin embargo, la oposición al imperialismo estadounidense y un nivel elevado de los servicios sociales no es socialismo, un verdadero Estado de poder obrero y popular, una dictadura del proletariado. Las empresas funcionan bajo el modelo de la gestión capitalista, normalmente bajo el control del ejército. El mismo partido comunista cubano no fue forjado en la lucha de clases, por una vanguardia obrera y popular, sino decretado y posicionado directamente como partido único de un día para otro.

 

No lloramos por Fidel Castro, como tampoco nos alegramos de su desaparición. Es cierto, que en el mundo actual aplastado por el imperialismo, había adquirido la simpatía de las masas por su oposición virulenta (por lo menos de palabra) a los Estados Unidos. Pero no olvidemos que sirvió igualmente como figura más presentable del revisionismo y social-imperialismo (socialista en las palabras, imperialista en los hechos) soviético.

 

“Ni en dioses, reyes ni tribunos”, dice la Internacional. En Cuba, como en cualquier otra parte, el proletariado debe retomar el camino de la revolución.

 

OCML Voie Prolétarienne, 29 de Noviembre del 2016

 

La déclaration en français : ICI

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